miércoles, 2 de septiembre de 2009

Dolor

Resulta algo tan irónico para mí como es que han pasado tantos años y yo siga creyendo que fue ayer, vacíos es la palabra que describe a mis días desde que él no está. ¿Cuánto tiempo tarda en cerrar una herida? Muchos dirán que depende del tamaño y de la profundidad, pero ¿Cómo se puede saber cuanto tiempo tarda en cerrar una herida en el alma?, he comprobado que siete años no bastan, más bien cada día duele más y contamina, hasta llega al cuerpo, como una gangrena que va comiendo poco a poco.
Las heridas de amor, como duelen las condenadas, mi consuelo es que tarde o temprano a todos nos harán una, es tan seguro como la muerte, o talvez sólo es parte del crecimiento humano.
Ahí esta él viviendo el mismo infierno que yo pero con otro escenario, jugando a ser feliz, actuando una vida, hoy la lástima es mas fuerte que el amor.
Y aquí estoy yo, irónicamente haciendo lo mismo que él, autocompadeciendome, usando una máscara ante las personas, siguiendo adelante pero con un ancla arraigada al pasado. No me es posible hablar de sueños hechos realidad, porque en todos mis sueños está el, y creo que el no es más que una mentira, un producto de mi imaginación, una mala jugada del subconsciente. Me he convencido a mi misma que no me ha vuelto a buscar porque nos dolería más estar juntos, pero que en el fondo me ama, si claro.
¿Él es real o no? Sus besos fueron ilusiones, sus miradas la prueba fehaciente de que existe el paraíso, pero no estoy segura de que sea real, no entiendo porqué pero no encuentro evidencia de que el haya existido, y tengo miedo de estar sufriendo tan solo por un mal sueño.
Si alguna vez se logra cerrar esta herida creo que lo sabré, mientras tanto sigo su juego, ese néctar delicioso de angustia y placer que bebo de su indiferencia, veneno potente que no me permite sanar, pero que no puedo dejar.

Aun seguimos los dos jugando a ser libres de nosotros mismos, si claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario