miércoles, 16 de septiembre de 2009

Los hombres son como los bumerang

La teoría d q los hombres son como los bumerán (siempre regresan) no podría ser mas cierta. Al parecer cuando un hombre sabe que su antigua pareja es feliz les entra un síndrome al que yo denomino como síndrome del ego, el cual consiste en querer recuperar lo que antes fue suyo no por verdaderos sentimientos sino para demostrarse a sí mismo y a los demás que todavía puede tenerlo y más aun que puede reconquistarlo. Es tipico, cuando una mujer tiene una pareja estable y el ex se entera entonces comienza la casería. Primero el hombre demuestra falsa felicidad por la relación de la mujer, por supuesto que eso lo hacen para que la mujer piense que ella es etapa superada, luego el comienza a recordar viejos y sobretodo buenos tiempos, con el fin de sembrar nostalgia en la mujer, posteriormente una vez que tiene el terreno preparado en un ambiente amistoso y cortes lanza el primer batacazo, la confesión. Esta consiste en darle a entender a la mujer muy sutilmente que todavía siente algo por ella, es en ese momento en el que se crea la confusión y la mujer comienza a dudar de su relación actual. El hombre generalmente es rechazado en esta oportunidad, pero luego lanza su segundo ataque, el cual consiste en halagar y hacer sentir como una diosa a la mujer, y lo más importante de esta jugada es que dice todo lo que no dijo durante su relación, es ahí donde hipócritamente expresa sentimientos y pensamientos reprimidos. La mujer en esta etapa oye del hombre lo que siempre quiso oír, ahora empieza a pensar más en el hombre, y muy disimuladamente se comienza a interesar en el otra vez. Esta es la etapa donde la mujer sufre el síndrome del ego, pues ahora se siente deseada nuevamente por aquel hombre del pasado.
Por último el hombre da su estocada, es ahí cuando propone otra oportunidad, la mujer lo piensa, pero al final termina jugando el todo por el todo, termina su relación estable y se encamina en una nueva etapa de su antigua relación. Los primeros días son excelentes pues el hombre quiere demostrar que esta vez no fallara, pero luego salen a relucir las causas por las cuales la relación no funciono anteriormente, y es ahí donde todo termina nuevamente. Lamentablemente el hombre y la mujer se dejan llevar por falsos sentimientos que no son más que autoestima, el ser humano no acepta fallar, en su infinito egoísmo no puede tolerar que otra persona pueda ser feliz sin él, esto se ve más en los hombres que en las mujeres. Sin embargo todos somos seres humanos y actuamos casi siempre de la misma manera.

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