miércoles, 2 de septiembre de 2009

Soledad

¿Para que mentir?, no ha pasado un solo día desde que te conocí que no imagine que estamos juntos, todas las noches antes de dormir me invento un parlamento que supuestamente me dirías, uno en el que reconoces que soy el amor de tu vida y que fuiste un idiota al separarte de mi. Luego me duermo con una sonrisa que no me cabe en la cara y a la mañana siguiente despierto buscándote en mi cama y como siempre no estás.

Hay tantas cosas que me hubiese gustado compartir contigo, mis logros, mis tristezas, decirte las idioteces que escucho por la tele, o simplemente decirte “hola” cuando llego cansada de un largo día y sentirme relajada al abrazarte.

Es triste cuando salgo con amigos y yo soy la única soltera, o cuando camino por la calle y veo parejas tomadas de la mano por la plaza, es en esos momentos en donde miro a mi lado y la veo a ella, sus ojos me muestran toda mi vida, me recuerdan los buenos y malos momentos donde tu no estuviste, y cuando habla me habla de mi, de mis emociones, de mi rencor. Es ahí en esos momentos cuando la miro que me siento sola, por que ella tiene ese don de recordarme todo cuanto soy y lo que no, es en esos momentos cuando la puedo ver, en esos momentos en los que tu no estas.

Aun puedo recordar como si hubiese sido ayer la sensación de tus manos en mi piel, la profundidad de tu mirada, y el rico sabor de tus labios, era como si pudiera detener el tiempo y me enfocara sólo en ese momento, también puedo recordar como te fuiste un día, sin explicaciones, sin mirar atrás, pareciera que no te importó, que lo superaste rápido, pero yo, yo no supero nada rápido, a mi me duele aún, me duele llegar a casa y no ver tu abrigo colgado, no ver tus llaves sobre la mesa, y tu partido de futbol en la televisión, créelo o no soy tan patética que uso el perfume que olvidaste sólo para sentir tu olor en mi piel, ese olor que huele a las mañanas en los que yo estaba en la ducha y tu te vestías para ir a trabajar, ese olor que se desvanecía y se mezclaba con cigarrillo cada noche cuando te abrazaba al llegar.

Yo creo que para los hombres es más fácil dejar atrás una relación, muy pocos son los que de verdad quedan marcados, la mayoría de los hombres se toman unos tragos, ahogan sus penas, y al dia siguiente se preparan para su próxima conquista, siempre están pensado en superar su record personal de mujeres que han estado en su cama. Las mujeres en cambio siempre pensamos en ¿qué hicimos mal?, ¿por qué se fue?, y regularmente estas interrogantes nunca son respondidas, más que todo por eso que uno llama “el autoestima”, una mujer se tiene que esforzar mucho para pensar mal de si misma, me refiero a aceptar un error propio.

Ahora que ha pasado un tiempo desde ese día que te fuiste, como debes saber no lo he podido superar, pero si he podido pensar con mucho esfuerzo en que fue lo que hice mal, lo que te hizo salir corriendo de nuestra casa, y creo que ahora lo sé, debe haber sido por la presión de nuestra relación, ese vinculo amistoso que nos unía de toda una vida, por eso que dicen que de amigos a novios es muy sencillo pero de novios a amigos, no lo es. Seguro las cosas no eran como antes y yo se que fue así, y tu más que nadie sabias que no podíamos ser buenos amigos de nuevo así que preferiste marcharte sin decir nada, dejándolo todo a mis especulaciones acerca de una supuesta mujer y una huida a otro país. Me decepcioné mucho de mi propia imaginación cuando te vi a la semana siguiente en el mismo sitio a donde ibas cada jueves para hablar con tus amigos.

Otro factor que influyó de seguro fue mi inseguridad, yo siempre creí que todas las mujeres del mundo te parecían más bonitas que yo, creí que no era lo suficientemente buena para ti, y necesitaba que me dijeras a cada momento lo mucho que me amabas, como una manera de convencerme a mi misma que era algo seguro, pero nunca me convenciste, y no por que no lo trataste de hacer, sino por que nunca he creído en mi, siempre me he descalificado en todo lo que hago y asumo que siempre hay alguien que me supera. Me imagino que te habrás cansado de decirme que me amabas cada vez que me colgabas el teléfono o después de las buenas noches.

Y la última causa que a mi parecer te hizo huir de mi fue mi dependencia absoluta a ti, deje de pensar como individuo y todo se basaba en complacerte, pues ya no era capaz de comprar un sabor de helado que me gustara porque no sabía si te gustaría, y eso pasaba también con mi ropa, mi perfume, con la decoración de la casa, con mi color de cabello, con las películas, y quien sabe con que más. Supongo y creo que no hay duda de eso que te cansaste de tomar mis decisiones, no te culpo por eso, ese es el trabajo de un padre no de una pareja.

Así que tuve la madurez suficiente para ver dentro de mi misma a través de los ojos de ella, y esto fue lo que encontré: error tras error. Y saber que todo fue por mi culpa me hace sentir peor. Es de humanos echarle la culpa al otro para no sentirse tan mal. Pero ella fue tan cruel, tan realista, que no me puedo escapar. ¿Sabes que es lo peor de la soledad?, para mi es andar por el mundo creyendo que somos los únicos que la sentimos, y eso es una gran mentira, porque ella esta ahí esperando a tu lado todo el tiempo, así como en este momento esta sentada junto a mí.

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